En medio de un amanecer que pintaba de esperanza los horizontes del Valle del Cauca, se llevó a cabo un encuentro que marcó un antes y un después en la historia de la región. Los 42 alcaldes electos de este hermoso departamento se congregaron en un gesto de unidad y cooperación, bajo la atenta mirada de la Gobernadora electa, Dilian Francisca Toro. En un escenario lleno de emociones y desafíos, los líderes locales se unieron con un propósito común: construir un Valle mejor, donde cada municipio sea protagonista de su propio destino.

Este conmovedor encuentro no sólo representa el inicio de una nueva era en la política regional, sino también un verdadero compromiso con las necesidades y aspiraciones de los habitantes de cada rincón del Valle. Los alcaldes electos, con Víctor Ramos al frente como nuevo alcalde de Palmira, dejaron en claro su intención de forjar un futuro más promisorio para sus comunidades.

Víctor Ramos, con determinación y pasión, se levantó como la voz de su amado Palmira, expresando una solicitud que ha sido anhelo de muchos: el apoyo de la Gobernación del Valle y la Bancada parlamentaria. Su objetivo es agilizar proyectos de vital importancia para su municipio. Entre estos se destacan, el deprimido de la Versalles, una obra que mejorará la movilidad y generará oportunidades de crecimiento económico. Además, la iluminación de la recta Cali - Palmira, un proyecto que marcará el camino hacia el progreso y la seguridad para quienes transitan por esta vía.

 

 

Palmira, con su alcalde a la cabeza, es un claro ejemplo del espíritu de cooperación que reinó en este histórico encuentro. En este gesto de unidad, los alcaldes del Valle no sólo se comprometen a trabajar juntos, sino también a escuchar a sus comunidades, a entender sus necesidades y a luchar incansablemente por el bienestar de todos.

La Gobernadora electa, Dilian Francisca Toro, aplaudió esta muestra de determinación y unidad, recordándoles a los alcaldes electos que el Valle es un tesoro que merece ser cuidado y protegido. Sus palabras resonaron como un himno de esperanza, en el que se instó a todos a trabajar juntos, a cruzar fronteras municipales y a construir un Valle del Cauca lleno de oportunidades y prosperidad.